La mayoría de los sistemas funcionan con algún tipo de presión "constante"; sin embargo, si se producen alteraciones del sistema, es importante considerarlo en el proceso de selección, así como hacer correcciones operativas para tratar de impedir que se produzcan dichas alteraciones. A continuación se presentan algunos ejemplos de alteraciones de presión del sistema:
- La sobretensión sucede cuando las presiones del sistema aumentan drásticamente en un breve periodo de tiempo. En muchos casos, estas sobretensiones se deben a que las válvulas se abren demasiado rápido o que las bombas están "bloqueadas".
- El golpe de ariete en realidad puede generarse en un sistema de diferentes maneras. Una de las maneras más comunes en que se genera el golpe de ariete es cuando las válvulas se cierran demasiado rápido; cuando el fluido se desplaza por una tubería, el producto tiene una inercia del movimiento hacia adelante y el ritmo al cual se mueve se llama velocidad. Un sistema puede tener una alta velocidad a muy baja presión; por lo tanto, si una válvula se cierra demasiado rápido, el sistema debe absorber la inercia del elemento. El resultado puede ser similar al de un auto que choca contra una pared de ladrillos; algo tiene que absorber la energía. En la mayoría de los casos, el dispositivo de sellado es el punto más débil en el conjunto, y, por lo tanto, absorbe el impacto. Los sistemas más comúnmente sometidos a fallas del dispositivo de sellado debido al golpe de ariete son los sistemas de vapor, y el fenómeno por lo general es resultado de que el proceso de condensado no sea eliminado o drenado adecuadamente del sistema.
- Expansión térmica: A diferencia de los gases, los líquidos no se comprimen. Por lo tanto, cuando un líquido se calienta en un espacio cerrado, sin espacio aéreo para la expansión, la presión interna que se genera puede ser catastrófica para el sistema, el equipo o los dispositivos de sellado que se encuentran en el sistema. Por ejemplo, por cada 1 °F que aumente la temperatura del agua, se generarán, a su vez, aproximadamente entre 20 y 30 psig de presión interna. Eso significa que una oscilación de 10 °F en la temperatura operativa podría generar entre 200 y 300 psig de presión interna si el agua estaba totalmente contenida.
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